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Adorado (solera de 1900) Secala – Menade 1820
Adorado es vino con crianza biológica y oxidativa, procedente de una solera de 1900, creado en la bodega histórica de la Familia Sanz en Secala-Menade 1820 con la tecnología más austera, las manos.
Nuestros antepasados elaboraban éste tipo de vinos en los depósitos de hormigón situados en las cavas, donde, de forma natural, se creaba velo de flor debido a las condiciones de humedad y temperatura, constantes durante todo el año. Tras el tiempo correspondiente en dichos tanques, el vino se sacaba y se procedía a rociar la cuarta criadera.
En 1967, éste proceso se paralizó debido a una inundación en Secala-Menade 1820 . La solera ‘viajó’ de una bodega de la familia a otra… Medina, Rueda, de nuevo a La Seca… hasta que Richard reactivó el sistema de criaderas en 2018, pero con su interpretación: el vino con el que se rocía, de verdeja de cepas centenarias, cría alrededor de un año en tinajas de barro bajo velor de flor.
Para Adorado se busca una vendimia algo tardía, para la uva tenga un mayor grado alcohólico y no encabezar. El velo de flor se genera naturalmente y nunca desaparece.
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La Misión 2022. Secala – Menade 1820
La Misión procede de cepas centenarias plantadas en fincas con suelos principalmente arenosos.
La verdeja presenta unos rasgos morfológicos distintivos: las uvas son más pequeñas, los racimos más ovalados y es más resistente a enfermedades como la botrytis, por presentar una piel gruesa.
Los aromas son la expresión de la auténtica verdeja: mayor rusticidad, pero también mayor autenticidad. Los parámetros analíticos revelan acideces más elevadas y uvas más concentradas.
La vendimia se hace manualmente y el prensado con racimos enteros. Tras iniciar la fermentación con levaduras salvajes en depósitos de acero inoxidable, el vino se cría, parte en barricas de roble francés de 500 litros; parte en tinas o pipas de 5.000 y 10.0000 litros, y parte en tinajas de distintas capacidades elaboradas con un porcentaje de la arcilla procedente de las propias fincas de Menade.
Tras una crianza de alrededor de un año, La Misión se embotella y afina durante un tiempo en la bodega histórica. Una vuelta al origen más terrenal.
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Sobrenatural 2018. Secala – Menade 1820
100% verdeja, las uvas proceden de fincas de suelos arcillo-calcáreos con canto rodado.
La fermentación se desarrolla con levaduras autóctonas y, después, la fermentación maloláctica con bacteria salvaje, sin adición de sulfuroso.
Afina en la cueva de Secala-Menade 1820 durante unos tres años en tinas (barricas grandes) y en tinajas de barro bajo velo de flor (crianza biológica). Después, reposa dos años aproximadamente en botella. Es decir, pasan cinco años desde la vendimia hasta ser liberado.
Un vino de larga guarda.
“Sobrenatural es un vino noble, un homenaje a la naturaleza, que sobrevive al paso del tiempo adaptándose a los cambios. Una alianza entre el origen más terrenal y el futuro.
Porque todo llega cuando tiene que llegar, es un blanco elaborado con nuestra verdeja que cría y se engrandece durante más de tres años. Sin maquillajes, sin adición de sulfuroso, sólo la experiencia que la edad regala y la cual es símbolo de madurez, de sabiduría”.