La añada 2023 ha sido compleja y peculiar. Otra muesca más en la cava, en la cueva. La brotación fue temprana, a causa del calor y de la sequía del final de invierno. La primavera fue complicada en un principio, debido a las lluvias tardías, las viñas requirieron muchos cuidados, hubo que trabajar mucho en muy poco tiempo, concentrado.
El verano fue maravilloso, la bajada de temperaturas de principios de septiembre vino muy bien a las uvas. Las lluvias llegaron cuando en Menade prácticamente habíamos terminado la recolección de la uva. Lo último que vendimiamos muy la verdeja.
En cada vendimia, como en la vida, seguimos aprendiendo y la afrontamos con humildad. La de este año venía temprana, después, se ralentizó, había desigualdad en la maduración de los granos de uva… Hemos registrado una merma de producción en la cosecha.
Finalmente, el resultado ha sido muy positivo, con mostos aromáticos, densos y equilibrados. A día de hoy, con los primeros vinos a punto de salir al mercado, el resultado es optimista y podemos afirmar que va a ser una muy buena añada.
